Monday, October 16, 2006

Sociopath

A veces se me anticipa al pensamiento en algunos lugares la ansiedad de ser parte de algo, a veces quisiera ser parte de una turba enfurecida, encabezar un desorden, organizar un grupo de protesta pacífica o la toma violenta de un Mc Donalds, probablemente no me haga entender, lo cual no sería para nada extraño, pero es esa necesidad, egoista al final de cuentas, de ser participe de la historia, a veces digo, porque otras veces más numerosas aun me siento cómodo en mi papel de espectador.

Ayer fui de nuevo a Rock al Parque, esta vez con el objetivo específico de ver a Panda (por cierto, 5/5 muy bueno, ojala y hagan un concierto aca... uno de verdad), luego de pasar por el más ridículo filtro de seguridad, donde te hacían quitarte las medias y andar descalzo con los zapatos en las manos pero a penas si miraban los morrales, además si me quedo callado puedo entrar encaletada un gillette en la garganta o un taco de C4, deberían poner detectores de metal y realizar revision de cavidades completa si tanto les preocupa. Ya adentro me encontré con más gente de la que esperaba, y como siempre la diversidad se evidenciaba en edades, sexos, condiciones, olores, colores, y maneras de enrrollar un porro; ingresé tan dentro de la turba como me fue posible, y alli en ese lugar pensé en la ansiedad de sentirme parte de algo, un colectivo suicida, una secta gregoriana, un club de historiadores, un pandilla punky que atemoriza neos mariquitas en conciertos de rock, terroristas de 1,60 que se creen dueños de la ideología, por un momento pensé que podría tomar cualquier opción, pero luego y al calor de la efervescencia de lo masivo (al comienzo de "Cita en el quirofano") me di cuenta que no necesitaba las tendencias, la aceptación, el consenso, ni lo colectivo, en lo narcisista de mi individualidad (en el borderline de lo punk y lo pop), me di cuenta que ya era parte de algo, aquel antídoto portátil, salvaguarda de bolsillo (como la biblia que detiene una bala dirigida al corazón), tu recuerdo y nuestra común historia, el saber que nunca más estaré solo mientras exista la promesa de volverte a ver, a la distancia debes saber que estabas alli siempre presente, guardándome de la ansiedad y de las malas decisiones, y de esa manera este se podría contar como tu primer concierto de Punk Rock!, con terroristas de bolsillo, y roqueritas hiperactivas de 15 años que se sabían todas las cansiones, ingredientes infaltables de este tipo de eventos, y una vez más pude retirarme del escenario ileso, y sin haberme unido a una secta hare krishna, o a una pandilla de skinheads, y además (aunque sé que tus neuronas podrían haberse opuesto) gracias a lo que podríamos llamar tu "metapresencia" pude salir de alli sonriendo, muy a pesar del frio y la lloviznita gay que tanto detesto.

Ricardo.


Ps: esta puede haber sido una de las ediciones de Rock al parque donde e visto a) más gente y b) cada vez mayor colorido... puntos al predicador mariguanero que con bandera y todo profesaba su culto a la hierba (del cual habían más seguidores que de costumbre).

Ps2: Porque putas siempre tiene que llover en Rock al Parque... ha? HA?

Ps3: nota para San Pedro... si va a llover, que llueva carajo! pero esa lloviznita maricona si que se la aguante su madre!

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