Back to school

Que se pudra la economía en los basureros de gente con escrupulos, o mejor aun debajo de sus colchones, porque he tomado la decisión (como decisiones se toman todos los días que no precisamente mantienen al publico general contento) de exprimir hasta los límites de lo legal el sistema financiero para seguir estudiando per secula seculorum, hasta que la muerte me demande en su tibio lecho, porque definitivamente, y llamenme ñoño, pero estudiar es, en ultimas y con pocas palabras, muy bacano. Porque todos los días se aprende algo nuevo en esta vida, pero pues sirve más y se aprende más rápido cuando en realidad el objetivo es aprender, o no?, que me den un lápiz, un cuaderno y un maestro, que yo me encargo del resto; además descubrí (como cosas se descubren todos los días que no precisamente se esperaban) que el estar confinado a la necesaria actitud de escucha, hace que apague convenientemente el círculo infernal que dentro de mi cerebro gobierna los paradigmas estéticos que dictan las imagenes que puedo llegar a crear, y soy al fin y al cabo y para quienes necesitan los subtitulos, más creativo cuando estoy poniendo atención a una cátedra y utilizo el habitual rito del dibujo al borde de la hoja para evitar el sueño, por esto no espero que sea muy sorprendente que al final de cuentas me amañe bastante en un salón de clase (con todo y la carga nostálgica de cuando circulaba en ambientes similares en distintas compañías) y eso que el resto de los asistentes no son precisamente parte de mi mismo grupo generacional, los 3 pelagatos que todavía contamos con el número 2 por delante nos sabremos entender en nuestro leguaje particular, pero muy a pesar de eso definitivamente es bueno estar de vuelta en la escuela, incluso con la maestra intrigante de solo 2 clases que nos habló de ética pero que todo el tiempo me imaginaba como sería hablar de telenovelas y realities con ella, definitivamente es bueno reencontrarse con antiguos precipicios de mi propia curiosidad.

Ricardo.