Tango.ed

Sin abandonar el campamento Rock, al cual entrego aun mi energía, y en busca de nuevas experiencias que alimentaran de manera más coherente lo sublime de aquel melancólico presentimiento, quise apartarme de la elección predecible y en vez de apostar por el ya seleccionado "Whatever people say I Am, That's what I'm not" de los artic monkeys, me incline por más eclécticas influencias y terminé invirtiendo en un veterano con infulas de nostalgico. El "Tinta Roja" de Calamaro se muestra asequible en un ritmo totalmente elitista, no de la forma en la cual la elite mira con sorna el devenir de criaturas inferiores, sino de aquella particular manera en que una elite paria se regocija en su tristeza, tristeza poco llevadera cuando es acompañada del acorde armónico en contravía de un bandolión, y que aun asi es mucho más compacta cuando solo se escucha al fondo un piano; te hace desear poder cantar, de una forma afinada porque de poder todos pueden o sino preguntele a los de American Idol o para darle sabor criollo a los de Factor X, y al cantar poder darle al tono de tu voz ese singular dejo, tan gaucho aunque cueste aceptarlo, que le imprime a cada frase un sabor a pesadumbre y a urgencia, que cuando lo escuchas te hace pensar si el trovador tanguero siempre sufre o si pueden haber canciones en contrapunto de tango que hablen de amor, de un amor presente y no de uno pasado. Entonces enhorabuenas y aplausos de pie, para un disco diferente en mi acumulación, aunque pronto he de regresar por más conocidos corredores.

Ricardo.

PS: como siempre altruista y, al contrario del general precepto, generoso, al que le interese escuchar el disco, no es sino que diga...