...de insoportable fragilidad

Estaba leyendo hace poco en alguna parte, mientras esperaba en algun lugar, probablemente a que alguna persona terminara de hacer algo (rellenen como quieran los espacios que mi memoria deja en blanco de forma enteramente al azar) que al reducir una estructura de oro a tan sólo 25 átomos forman estos una pirámide perfecta, sólida, pero al disminuir esa cifra a 16 forman una jaula dodecaédrica, hueca, de insoportable fragilidad a la vista, pero hecha de oro al fin y al cabo; entonces la pequeña máquina de incongruencia se inició con esa ínfima brasa, y me puse a pensar en cosas aun más frágiles, retira un átomo y puede cambiar en cualquier cosa, o incluso desmoronarse por completo, irreparablemente, pero aun asi es capaz si está bien costruida de llevar el peso del mundo sobre sus hombros; ¿cómo recostruir un laso tan frágil como una amistad que se ha hecho mierda?, adentrarse en un mundo de mecánica sub-atómica, de precaución infinita y discreción desmedida, ¿realmente vale la pena? en serio, si el proceso requiere ser tan meticuloso, y no estoy demeritando el fin, debería existir una esperanza de poder lograrlo, por mínima que fuera. La física cuántica es cosa de niños, la mecánica humana, esa, es mucho más complicada; al final esto pienso, que un perro que ha roto una de sus piernas alguna vez, nunca caminará de la misma forma al sanar, una ecuación con infinitas soluciones, podrías intentar imaginar el resultado, pero seguro al final igual te sorprendería que tan lejos estabas de la verdad, yo todavía no paso del ¿vale la pena? tal vez cuando tenga algo de tiempo le preste más atención, pero sin aguantar la respiración, porque al final de cuentas no tengo ni idea de mecánica atómica.


Ricardo.

PS: tengo mi cámara de vuelta, creo que finalmente no voy a tener que llamar al FBI...