Sunday, September 03, 2006

Se hacen milagros a domicilio

Tan solo estoy esperando cuando Jorge Barón se convierta en evangelista de las mayorías, derramando bendiciones y reclamando almas para la iglesia de la cientología, donde el sumo sacerdote Tom Cruise las recibirá gustosamente. El establecimiento religioso se ha convertido en una colección de payasos y sibaritas que reclaman más sacrificios para su propio beneficio, y si el templo local necesita una tercera etapa con picina y gimnacio no deberíamos buscar dentro de nuestras almas pecadoras la bondad para otorgarle al humilde pastor su mansión; la redención no puede conventirse en un tráfico de indulgencias, pero tiene cuenta de ahorros y recibe donaciones las 24 horas del día, y por cada sacramento un plan de pagos en cómodas cuotas. Esto no tiene sentido, pero preferimos la salvaguarda de un lugar santo que la incertidumbre de nuestra propia vulnerabilidad, somos humanos y por eso mismo no aceptamos nuestra humanidad, no concebimos nuestra existencia fuera de un milagroso comienzo, y vivimos en pos de una muerte tranquila, por eso tratamos a través de nuestro sacrificio de imitar a mártires y santos, para demostrar nuestra propia santidad y la única forma que encontramos para hacerlo es el sacrificio en el altar de nuestros ingresos, declarados ante el fisco y sin posibilidad de evadir el más fiero recaudador. La Fe y la esperanza, es tal vez lo que tienen a este país del sagrado corazón a la espera de su salvador, hundiendonos en la miseria, y vanagloriandonos de triunfos ajenos, y aca es cuando voy a dejar una máxima de hipocrecía (porque tampoco hago nada para cambiarlo) pero de que le sirve a alguien que Shakira se gane un MTV Videomusic Award cuando hoy va a aguantar más hambre que ayer, de que sirve el estigma de ser Colombiano cuando ya has triunfado si sirve para lo mismo cuando te estás muriendo de hambre. Soy ciudadano de este país, soy colombiano, suramericano, americano, del planeta tiera, y todos y cada uno de esos títulos se pueden ir al demonio, soy Ricardo Suescún y ese es el único título que necesito, y al únco que he de servir, ser colombiano no sirve de nada, sentirse colombiano, bueno esa es una cuestion totalmente diferente, en este país donde dejamos todo en las manos de Dios, donde incluso nuestra fe la convertimos en negocio, todo al final de cuentas tiene un precio, y sin nisiquiera salir de casa, porque ya se anuncia que "Se hacen milagros a domicilio" podríamos bien vender nuestra alma al diablo, estoy seguro que sus cuentas de ahorros tienen mejores rendimientos.

Ricardo.

PS: detesto escribir de la iglesia, porque para hacerlo tengo que necesariamente retornar al catolisismo y a sus instituciones que tanto he tratado de evadir, simplemente algunos días me levanto con más bilis... y tienen que aceptarlo, la iglecia es un blanco demasiado sencillo.


PS2: lo de 'se hacen milagros a domicilio' es verdad... creo que la sede del lucrativo negocio queda como en la 30 y pico abajo de la séptima... ahi verán por si necesitan una ayudita.

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