Insomnia... of sorts

Regresando de vacaciones creo que por todo lo que dormí y por cumplir mi absoluto propósito de mantener una ética de la desidia, he logrado destruir mis patrones de sueño; generalmente 5 horas de sueño al día logran mantenerme lo suficientemente alerta para conservar mi trabajo y no morir en el intento, pero durante los primeros días de vacaciones acumulé hasta 12 horas seguidas de adormecimiento, en una rutina prácticamente narcoléptica, y creo que funcionó hasta que recuperé todo el sueño perdido, lo que apesta es que ahora no tengo ningún patrón reconocible de sueño, me levanto a la mitad de la noche, totalmente alerta hasta que amanece, virtualmente hasta que la luz a traves de la ventana es discernible y los irritantes pajaritos comienzan a cantar, entonces me duermo hasta la mitad de la mañana, medio despierto, medio dormido en ese estado de sonambulismo semi-autista sobrevivo hasta la media tarde donde tengo súbitos ataques de sueño, y de nuevo por la noche me cuesta concebir un estado delta profundo, este ciclo se repite con variaciones bastante dramáticas en los horarios y la duración de cada episodio, asi que se puede decir que básicamente he estado sufriendo de insomnio... o algo por el estilo; lo cual no es del todo negativo, es bueno soñar despierto en aquellos estados de semi-inconciencia en la mitad de la noche, cuando duerme la mayoría, aunque en la calle cruzan varios carros en su propia carrera sin descanso... ¿hacia donde?, en el silencio, la oscuridad, y el frio característico del amanecer en la gran Bogotá, que te llega hasta el alma y te congela los pensamientos, un cubo helado que se desliza por mi espalda despertando cada terminación nerviosa, encadenados uno tras otro los infelices hijos de esas horas de sonambulismo se enfrentan al perezoso sol que se niega a tomar su lugar en el cielo, y se confunden en cadenas que mi propio aturdimiento no alcanza a desentramar más tarde, es en esa carrera terrorista contra mi comprobada amnesia donde recibo tu bienvenida preocupación, "no... no pasa nada malo", es simplemente mi propia desaprobación sobre el desorden en que se procrean las ideas en mi cabeza, tal vez, lo que me mantiene despierto, aunque algunas noches al final de la oscuridad logro completar un plan... pero al oler la pronta llegada del amanecer, sé que de tan solo oir la salida del sol perderé los trazos que había esbozado sobre los oscuros rasgos de estos muros; y he de confesarte que a veces en el borde de la cordura se me ocurre cubrir las ventanas de eterno negro para ocultarle el amanecer a mi propia conciencia y en esa noche permanente finalizar mi plan para dominar al mundo, y coronarte junto a mi como la reina sobre todos los mortales.


Ricardo.

Ps: fuera de lo poético o patético que pueda verse en serio necesito recuperar algún tipo de estructura de sueño ahora que ya regreso finalmente a trabajar...